viernes, 11 de febrero de 2011

La cruzada de los niños del año 1212.


La Cruzada de los niños de 1212.

PONENCIA.

El presente trabajo, pretende dar a conocer el movimiento denominado como la cruzada de los niños y hacer un breve análisis de cómo fué posible que esto pudiera o no pudiera pasar, esto a través de ciertas temáticas seleccionadas y explicadas para su facil comprensión hacia un público general.

A manera de relato y con ciertas interrogantes explícitas, el trabajo de investigación en cuestión también pretende despertar la curiosidad en el expectador en torno al tema, además de su difusión y posible investigación.

Respecto a las fuentes, tenemos muchas referencias de esta cruzada, explicada e interpretada por diversos historiadores; sin embargo, el verdadero problema reside entorno a las fuentes de primera mano ya que solo hay pocas que mencionan este suceso.

Ahora bien, para poder hablar de cruzadas, debemos de comenzar por definir ésta expresión, así pues, manejaremos el término Cruzada como el nombre que se la ha dado a los movimientos militares organizados por el papado romano, a manera de “rescatar” los lugares sagrados de manos de los llamados infieles, en este caso a todos aquellos que no pertenecen a la fe cristiana, más específicamente hablando, a los que profesan la religión del Islam.

Fue la idea de recuperar todos los territorios perdidos a manos de la ya citada religión, la que se convirtió en prioridad para la cristiandad.

Ésta es una de las cosas que motivaron al papa Urbano II en el año de 1095, a proclamar un fuerte discurso, en el cual hace llamado a nobles, caballeros y gente del alto clero a defender y conquistar tierra santa de manos de los musulmanes, quienes la tenían en su poder desde el año 635 aproximadamente.

Es así que se da inicio al proceso de expansión cristiana, denominado como las cruzadas.

Entre las cruzadas oficiales, sabemos que se dirigen constantemente ejércitos de señores seculares, de anacoretas e incluso de niños, como es el caso del que ahora vamos a hablar.

En 1202, Bonifacio de Monferrato lideró un ejército cuyo objetivo inicial era liberar Jerusalén. Sin embargo, la ambición económica se impuso a la espiritual y decidió conquistar la capital bizantina, y este fué el resultado de la cuarta cruzada que finalizó en abril del 1204.

La sociedad de la época, es una sociedad agrícola en su mayoria, dedicada al cultivo y en otros casos al comercio; llenos de una fé extraordinaria en donde la existencia misma es dedicada a servir a Dios, un Dios que no es como el que se percibe hoy dia, sino un Dios que premia a los que pelean en su nombre y castiga a los infieles, paganos, herejes, hechiceros, brujas, etc. El poder de este Dios no está en el mismo, sus palabras son escuchadas solo a través de la máxima autoridad eclesiastica, es decir el Papado.

Es en esta época llena de mitos, de fe ciega y a través del orden papal, es que se hace el llamado a las personas de todas las condiciones sociales a elaborar una guerra en contra de los infieles, una guerra de fe, una guerra santa. Dicha guerra sería llevada a cabo por cristianos convencidos de que esto era lo correcto, debido a que el papa lo ordenaba y es el papa la conexión directa entre los hombres y dios.

El objetivo de la guerra es variable en proporción a quien lo vea; digamoslo así, para el Papa representa la máxima expresión del poder, pues controlar tierra santa significa proporciona a los fieles un respaldo de fe como ningún otro, además de que representa la más grande de las reliquias; para la nobleza europea, significa honores, los más grandes que se puedan tener, eso sin contar la ganancia económica que produciría para el reino; y por último pero no menos importante, para los aldeanos, la toma de Jerusalén representa un viaje directo al cielo y sin escalas, debido a que el papado ofreció una salvación directa a cambio de combatir a los infieles y recuperar tierra santa.

Y es así que en el año de 1212, y después del fracaso de las anteriores cruzadas, se reunió un pequeño grupo de jóvenes lidereado por un muchacho llamado Nicolás. El objetivo de su reunión era obvio, reconqistar el Santo Sepulcro y completar así la tarea en la que habían fracasado los poderosos de aquella época.

La mayoría de los niños, se cree, partieron a principios de julio con Nicolás a la cabeza, marcharon Rin abajo, cruzaron los Alpes y se dirijieron a Italia. Aproximadamente el 15 de agosto los niños llegaron a Génova -en número al parecer de 7.000, a pesar de las bajas sufridas en el camino-, donde ni se produjo el esperado milagro de que Dios les permitiese atravesar el mar a pie, ni los italianos, que ya en Lombardía habían seguido a la comitiva con mucho más escepticismo que los alemanes, les proporcionaron los barcos suficientes. Apartir de aquí se pierde la pista.

Si hemos de hacer caso a las crónicas, una parte se embarcó en dos naves de Pisa, de las que núnca más se volvieron a tener noticias. Otros fueron supuestamente a Roma para que el papa los liberase del voto al que estaban obligados, aunque la cruzada no se había proclamado oficialmente. Pero el papa sólo pudo eximir de esta obligación a unas personas que aún no estaban capacitadas para prestar juramento. Algunos llegarían hasta Brindisi, mientras el resto, abatidos y desilucionados, tomaba en noviembre el camino de regreso a casa atravesando los Alpes, ridiculizados ahora por las mismas gentes que los habían aclamado entusiasmadas a la ida.

Para poder entender esto con mayor claridad; tendríamos que hacer un pequeño análisis con varias ideas de la edad media, ya que si no nos centramos en el momento adecuado no podremos entender este fenómeno.

I.- La sociedad juvenil en la Edad Media.

Que no nos paresca extraña la idea de que unos chiquillos se junten, se lancen a la aventura y que sus padres no les pongan peros; ya que sabemos que, en la mal denominada edad media, los jovenes vagaban por las tierras en busca de premios y aventuras, por lo regular estos viajes no los hacen solos sino en grupo y lo habitual es que este grupo se consolide al rededor de un jefe.

Debido a esta concepción de joven que se tiene en la edad media, podemos decir que los niños que siguieron a Nicolás en su viaje a Jerusalén; solo se estaban adelantando a un viaje que tarde o temprano tendrían que hacer, o bien no era extraño que estos viajes se hicieran.

Por otra parte, recordemos que debido a las condiciones climáticas y al constante trabajo de la sociedad medieval, digamos que estos niños no eran tan frágiles como se podría suponer, ya que se alimentaban de una manera mucho más saludable que nosotros, debido a su condición de trabajos constantes su cuerpo resistía más y por lo general eran delgados ya que se encontraban en constante movimiento, entiéndase que esto aplica particularmente a las clases trabajadoras que son las que nos interesan en este trabajo.

II.- Cuestión de premio y castigo.

Otro aspecto fundamental para la comprensión de este tema, es la cuestión del castigo y la recompensa.

Toda la sociedad medieval funcionaba entorno a la idea del castigo divino, es decir el infierno, por ello entendemos que a una sociedad a quienes se les pintaba el infierno como un lugar absolutamente negro, sin esperanzas y con castigos mucho peores que los recibidos en vida; la luz de la idea del cielo era tan brillante que no se comparaba a ninguna otra cosa en la existencia humana.

Cuando el Papa plantea la idea de un perdón absoluto a todos los pecados, luchando para rescatar los lugares sagrados, convirtiendo a la sociedad en un ejército de dios, es evidente que la idea encajara perfectamente y más aún que todo aquel que aspirasé a una vida después de la muerte llena de luz estubiera dispuesto a dar el mejor sacrficio que le podía hacer un fiel a dios y este era el de morir defendiendo Tierra Santa.

Por este motivo es que vemos cruzadas llenas de todo tipo de personas, desde el que puede considerarse como el más noble de los hombres, es decir un rey, hasta aquél personaje que se puediera decir no tenía nada que perder, es decir los pobres.

Ahora sabemos que los Papas, al proclamar sus indulgencias, insistían siempre en las intenciones que llevaban a los fieles a participar en las cruzadas, en las peregrinaciones, en las fundaciones piadosas y en la entrega de cantidades a la iglesia. Estas doctrinas y exhortaciones no pasaban inadvertidas para las gentes de condición noble y llegaban al corazón y al espíritu de muchos empedernidos pecadores, haciéndoles convertirse interiormente.

En otras palabras, la idea del perdón total de los pecados, por terribles que fueran, es una cosa muy importante para todos los estratos sociales, no solo para los pobres, sino también para los ricos y como ya lo mencioné la idea del perdón tampoco es exclusiva en las cruzadas, ya que muchas personas eran perdonadas de sus pecados con el simple hecho de hacer un viaje a Tierra santa y de regreso, pero eso lo trataré un poco más adelante.

Ahora bien, siguiendo esta línea de investigación tenemos otra motivación que es muy probable que impulsara a los niños a su aventura; esto es la idea de la pureza, ya que como es bien sabido, desde tiempos inmemorables, para los fieles de la cristiandad, se ha tenido la idea de que los pequeños mantienen un alma pura debido a su aparente inocencia y falta de impulsos hacia el mal. Pues esta misma pureza la que puede derrotar al enemigo sin necesidad de armas, ya que al ser los niños y los pobres los favoritos de dios, es posible que Nicolás y sus compañeros creyeran que dios los protegería de todo mal.

III.- De las cuestiones económicas.

Respecto a esta cuestión de cómo pudieron solventar su viaje y lo que esto les hubiera costado; bueno la respuesta es un tanto simple, la cruzada de los niños no fué financiada por nadie, según las fuentes, sabemos que estos niños partieron de sus casas con escazo alimento, sin una moneda y con más fé que ningún otro.

Sin embargo el que un miembro de la familia fuera a una cruzada y si salían victoriosos de ésta, representaba un gran honor y prestigio, y no se puede pasar por alto que un cruzado victorioso se convirtiera en un personaje importante, no solo en su propio pais, sino en el resto del mundo cristiano.

Tenemos fuentes que nos dicen que incluso los campesinos que no tenían muchas posibilidades de pelear, querían ir a las cruzadas poniéndose al servicio de los caballeros, esto debido a que su futuro en Europa era incierto en muchos casos, pero con los cruzados tenían la posibilidad de ganar dinero e incluso de ascender en la escala social.

Si esto lo relacionamos a que la diferencia social en Europa al año de 1212 era muy evidente, podemos tomar esto como otro posible antecedente que explicaría el porqué los niños decidieron partir a Jerusalén.

IV.- La cuestión de veracidad.

De acuerdo a las diferentes versiones que las fuentes lograron aportarnos, tendríamos que detenernos un poco en el tema de si la historia de los niños viajando a Jerusalén es creible o nó.

Las reflexiones antes tratadas, nos dan un fuerte indicio de veracidad, ya que es posible deacuerdo al contexto histórico que se halla llevado a cabo esta dicha cruzada. Aunque también tenemos la versión contraria que nos dice que no se trataba de niños, sino más bién de pobres, pero que los vocablos en latín son fácilmente confundibles.

Si bién, ambas versiones son posibles cabe ahora situar nuestros pensamientos en la política de la época y revisar ciertas características muy convenientes para el poder del Papa.

Primero, tomemos como referencia el número del año de la cruzada, 1212, sabemos que el número 12 es una especie de número sagrado dentro de la creencia cristiana, entonces que no nos extrañe que este evento se dé en esa fecha.

Segundo; tras cuatro fracasos en las pasadas cruzadas, el ánimo de la sociedad medieval de Europa estaba decallendo en torno a la participación en las cruzadas, esto por los constantes cambios de política y objetivos que los caballeros cruzados llegaban a tener. Esta pudiera ser una razón considerable de propagandística, ya que según otra de nuestras fuentes, aparentemente el Papa Inocencio III, parece haber dicho: Estos niños nos avergüenzan; mientras nosotros dormimos, ellos caminan alegres. Con esta frase deberiamos de tomar muy en cuenta que en definitiva el que unos chiquillos inocentes fueran a pelear por el reino de Dios, mientras que los adultos fuertes se quedan en casa, debía ser bastante humillante para el hombre medieval, el cual siempre mantenía en la cabeza la idea del honor, la gloria y el perdón divino.

V.- La idea del reclutamiento.

Otra incógnita que se nos está quedando en el aire, sería la posibilidad de que un niño desconocido pudiera reclutar a 7000 niños, lo cual es un número considerable de personas.

Si bien las fuentes no son claras al respecto, tienen un punto de coincidencia, y este es que a través de un susodicho milagro -las versiones apuntan a dos posibles, uno es que Nicolás encontró una carta escrita por dios diciendo lo que tenía que hacer, cosa que queda descartada ya que la sociedad infantil en la época medieval era en su gran mayoria analfabeta, y la segunda apunta a que se le aparecío dios en la forma de un mendigo especificando que los niños debido a su carácter de pureza, eran los únicos que podian liberar tierra santa- los niños se fueron convenciendo de que Nicolás los guiaría a la conquista de Tierra Santa.

En lo particular prefiero seguir la idea de los beneficios económicos que representaba para ellos y sus familias el que un niño obtuviera los honores de ser un caballero cruzado.

Y para terminar con esta breve reflexión en torno a la cruzada de los niños, me gustaria argumentar el final de la historia -por cierto es otra cosa en la que las fuentes no se ponen muy deacuerdo- final que también tiene variantes, una versión nos cuenta que al llegar los niños al mediterráneo contaban con que el mar se abriera por obra de dios como lo hizo el rio Nilo muchos años atrás, al no abrirse y no permitirles el paso, la gran mayoría se resignó y decidió volver a sus casas, salvo dos pequeños grupos, uno que fué a roma a pedir apoyo al Papa para llevar a cabo la cruzada y otro que logró transportarse en dos barcas que consiguieron con comerciantes de los poblados cercanos, de éstos últimos, se dice que fueron transportados y vendidos en egipto como esclavos.

La otra versión nos dice que cansados de tantos viajes, decidieron regresar a roma y establecerse ahí, buscando empleos y desarrollando diversos oficios -a propósito de esto, tenemos fuentes que aseguran que por estas fechas se llevaron a cabo bastantes oleadas migratorias buscando una mejor vida-.

Ahora bien con toda la información aquí expuesta podríamos hacer una pequeña comparación entre las formas de propaganda que se han dado en distintas guerras, ya sean guerras santas o nó, si bien estas guerras representan para el pueblo mucho más que el simple hecho de pelear, la forma en que se les hace “el llamado” a pelear por Tierra Santa es sin lugar a dudas, una propaganda muy eficaz.

Quizás este fué el propósito de dicha cruzada, el acercar a los individuos comunes y corrientes, impulsarlos a pelear por su Dios, y por supuesto, poner de ejemplo que nisiquiera los niños se amedrentan ante esta lucha en contra de los infieles y por último hacerle creer al publo que la fe lo puede todo.

Lo único cierto de esta leyenda es que a pesar de ser un suceso aparentemente grande, no hay registro de quienes fueron los niños, ni de que se moviera un grupo gigantesco de infantes desde la actual Alemania hasta Roma ni de que el grupo haya tenido contacto con el Papa directamente.

Es a partir de esta leyenda que surge el cuento de el flautista de Hamelin, aquél que relata un problema de ratas y que con ayuda de el flautista mágico logran eliminarlo, pero al negarse el pueblo a pagar por los servicios de dicho flautista, este en venganza roba a todos los niños por la noche.

Mito, leyenda, realidad o ficción; la cruzada de los niños es uno de los interrogantes más grandes de la historia, y que ha servido a manera de dar una lección de fé a todo el pueblo de la cristiandad.




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